Este año decidimos celebrar de una forma diferente: nos fuimos al cerro para disfrutar de una jornada llena de juegos y choripanes. Lo pasamos increíblemente bien: nos reímos, comimos, e hicimos variadas actividades. Algunos se divirtieron en bicicleta, otros elevaron volantines, algunos escucharon música, otros descansaron, y algunos se aventuraron en excursiones. Lo más importante es que compartimos sanamente y tuvimos la oportunidad de aprender fuera del aula, desarrollando habilidades que van más allá de lo académico, como la colaboración, el trabajo en equipo, la autonomía, la conciencia y el aprecio por el entorno natural. Nos regalamos un tiempo para desconectarnos de la rutina, relajar la mente y conocernos en un contexto completamente diferente. Agradecemos sinceramente la participación de nuestros Embajadores y la colaboración de padres y apoderados, quienes nos apoyaron en todo momento.