Amistad, Refugio, Música y Palabra de Dios.
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en tus caminos, Y él enderezará tus veredas.” (Proverbios 3:5-6).
Aquella cita fue quizás una de las mayores enseñanzas que tuve en Embajadores del Rey. Fueron 12 años de escuela, enseñanza básica y media completa, que para mi significaron: amistad, refugio, música y Palabra de Dios.
Además de recibir mi formación académica obligatoria, pude gozar del propósito principal del ministerio Embajadores de Rey: extender el reino de Dios a las familias de la comunidad educativa. Gracias al Señor, hoy sigo en sus caminos, caminos que conocí en los devocionales diarios que se realizan en el legendario salón de la sede ubicada en Los Carrera 177.
Hoy en día soy profesor, y veo cada día a cientos de niños y familias que urgen de conocer el amor de Dios. La formación académica importa, es muy valiosa e indispensable en la actualidad, pero si esta no va acompañada de un propósito de vida, entonces la formación académica carece de sentido.
Para mí, el llamado de Dios es lo que le da sentido a vivir, ya que Él nos llama a ser Embajadores del Rey y nuestra misión es extender su reino donde quiera que estemos.
En el colegio conocí al Señor, en momentos de aflicción, fue su Palabra la que me rescato, fueron los profesores y directivos del colegio quienes me otorgaron apoyo más allá de su labor profesional. Mis compañeros se transformaron en importantes amistades, algunas que mantengo hasta el día de hoy y han sido de mucha bendición.
En el colegio pude gozar, principalmente, de espacios para desarrollarme como músico, tocando en devocionales, galas artísticas y otros espacios. Sin duda, esto ayudo a delimitar mi propósito, y es por aquello que hoy soy profesor de música.
Estoy seguro de que estos 25 años de vida del ministerio Embajadores del Rey son para su gloria y honra, y soy feliz de saber siguen fieles a visión evangelística, donde seguramente muchos estudiantes son bendecidos día a día. Solo Dios sabe cuán lejos puede llegar su Palabra, en forma de semilla, la que es entregada día a día en el colegio Embajadores del Rey.