Mi Experiencia por el Colegio Embajadores del Rey

Mi experiencia por el Colegio Embajadores del Rey, sin duda marcó mi vida de una forma trascendental hasta el día de hoy. Los valores que desde pequeños me inculcaron los profesores y compañeros formaron en mi vida convicciones firmes en la fe y en la devoción a Dios. Durante los nueve años de mi transcurso por Embajadores del Rey, aprendí que todas las cosas se logran con paciencia y perseverancia, donde no hay lugar para las declaraciones negativas sobre mi vida y mi enseñanza-aprendizaje.

Cada mañana antes del ingreso a clases comenzábamos con una oración en la formación junto a todos mis profesores y compañeros. Nos reuníamos para reflexionar y agradecer por nuestros estudios, profesores, compañeros y familia. Las clases siempre se llevaban a un contexto cristiano con el fin de integrar los valores y experiencias significativas entre mis pares. Los profesores no solo enseñaban el contenido académico, sino que también fomentaban la enseñanza cristiana junto con la integridad y el servicio a los demás.

Mencionar a Embajadores del Rey para mí siempre será un sinónimo de buenos recuerdos y experiencia de fe. Durante el año 2000, cuando estaba en tercero año básico, recibí un milagro de sanidad en mi espalda por medio de la oración de los pastores. Fue un incentivo de fe en el cual invitó a todos experimentar el poder de Dios que actúa generosamente y significativamente en aquellos que ponen su confianza en Él.

Una de las experiencias más significativas fue reencantarme con las matemáticas. Algo que en un principio fue una barrera para mi vida, se convirtió en un logro y una proyección de estudios hacia el futuro, puesto que nada movió mi objetivo de ser docente.

Quiero expresar mi mayor agradecimiento a mis directores y profesores por el impacto significativo que han tenido sobre mi vida. Sus enseñanzas no solo me han proporcionado conocimientos académicos, sino también me han guiado en mi crecimiento espiritual y moral. La dedicación y el amor con los que han compartido la Palabra de Dios han sido una fuente constante de inspiración y fortaleza para mí. Gracias por su paciencia, sabiduría y ejemplo de fe inquebrantable. Han sido más que simples educadores, para mi han sido mentores, consejeros, pastores y amigos en mi caminar con Cristo. Sus oraciones, consejos y apoyo han sido invaluables, y estoy eternamente agradecido por cada momento y lección compartida.

Llevaré conmigo sus enseñanzas y su ejemplo a lo largo de mi vida, y siempre recordaré con gratitud el impacto positivo que han tenido en mi vida por esta alegría de aprender con afecto.

Muchas gracias

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Matias Camus

Estudiante 2000-2009

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