Mi nombre es Luis Castro Alvarez, nací en Valparaíso y desde que llegué al colegio en 2009 como alumno hasta mi egreso en 2014, puedo decir que fueron años hermosos, en los que no sólo crecí académicamente, sino también espiritualmente.

En Embajadores del Rey conocí al Señor, en momentos de aflicción, fue su Palabra la que me rescato, fueron los profesores y directivos del colegio que me otorgaron apoyo más allá de su labor profesional.

Todos los niños tienen un desarrollo y crecimiento diferente, por ello uno de los retos fundamentales de las comunidades escolares es atender a la diversidad presente en el aula, implementando las debidas adaptaciones, así como la atención personalizada e inclusión para atender cada necesidad.

No lo habría descubierto de no ser por una conversación que tuve con algunos compañeros donde actualmente trabajo, y es que, a diferencia de ellos mis recuerdos en el colegio son casi en su totalidad experiencias alegres y buenas memorias

Gracias por su paciencia, sabiduría y ejemplo de fe inquebrantable. Han sido más que simples educadores, para mi han sido mentores, consejeros, pastores y amigos en mi caminar con Cristo.

Como responsable de convivencia escolar en el Colegio Cristiano Embajadores del Rey de Quilpué, quiero compartir con ustedes los desafíos que hemos enfrentado, las soluciones implementadas y los caminos a seguir para el futuro

Nuestro sistema de evaluación considera diversas formas de recoger la información como parte fundamental del desarrollo de los aprendizajes de los estudiantes.

A lo largo de nuestros 25 años de trabajo hemos experimentado diversos desafíos a los cuales hemos buscado soluciones de distinta índole. En esta era post-pandemia distintos desafíos requieren soluciones innovadoras.

Puedo decir honestamente que todas las personas conocidas en este colegio han sido una gran bendición para mi. Pero lo que mas agradezco es que me pude acercar más a Dios y tener una mejor relación con Él.

El Colegio Embajadores del Rey celebra este año su 25º aniversario, un cuarto de siglo dedicado a la educación y formación integral de los jóvenes de Quilpué, Chile. Como Coordinador General, me enorgullece reflexionar sobre el impacto que hemos tenido en la comunidad y los aprendizajes, desafíos y soluciones que hemos encontrado en este camino.